Alguien dijo una vez que el único error de Dios fue no haber concedido al hombre dos vidas, una para ensayar y otra para actuar. Pues bien, Santiago, el protagonista de Familia, está dispuestoa remediarlo. Yes que en esta historia hay cosas que encajan y cosas que no encajan.
Encaja que Santiago se levante de su cama como cualquier mañana, que su familia al completo le esté esperando en la cocina de su casa, que le canten el cumpleaños feliz cuando aparece por la puerta, que le hagan regalos, bromas y cariños. Lo que ya no encaja es que a Santiago no le guste el regalo de su hijo menor, que no le crea cuando éste le dice que le quiere, y que, sólo por eso, le grite, lo ponga en la calle, se enfade con todos y exija otro hijo menor que no lleve gafas, que no esté tan gordo y, a ser posible se le parezca un poquito.
¿Quién no ha soñado alguna vez con tener una familia a su medida?
Al final del presente volumen incluimos dos excelentes relatos, Mensajes y Lapiceros, que confirman a Fernando León como uno de los más sólidos narradores de su generación.