En la Edad Media hubo quien levantó catedrales de piedra para hacer de ellas la casa de Dios, pero fueron los maestros vidrieros quienes las convirtieron en auténticos sagrarios de color y luz.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información