Un día, Nacho conoce a un anciano del barrio que en su juventud trabajó en un circo. Era el hombre-bala y todavía conserva el cañón en su casa. Propulsados por él, los dos van a parar a un extraño planeta. Allí pasaran por muchas aventuras.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información