Apuntes para el retrato de una ciudad es el debut extraordinario de Borja BAGUNYÀ, un debut escrito a los diecinueve años, que fue finalista del premio Merce Rodoreda 2002 y que ahora se presenta ya no como una promesa futura sino como una realidad. No se puede hacer un retrato de una ciudad sin detenerse en las historias de la gente que vive, precisamente porque, entre otras muchas cosas, la ciudad tiene la capacidad inquietante de convertir a las personas en personajes. La ciudad que se nos descubre en este libro está hecha de egoísmos, de soledades amargas, de relaciones torturadas y de luchas de poder.