La provincia de Cáceres se define geográficamente por la alternancia entre las estribaciones de dos sistemas montañosos -el Sistema Central, al norte, y los Montes de Toledo, al este y al sur- y la amplia penillanura trujillano-cacereña, que ocupa el centro y el oeste, cruzada por el Tajo.
La cabecera norte es una sucesión de comarcas accidentadas, con un rico sistema fluvial de gargantas y ríos, en las que predomina el verdor escalonado, desde las altas cumbres nevadas hasta las vegas y los valles fluviales. De izquierda a derecha, las Hurdes y la sierra de Gata, la fosa del Alagón, el valle del Ambroz -dominado por la sierra de Béjar-, el valle del Jerte -profunda brecha que se abre en rampa entre las estribaciones de la sierra de Béjar y la sierra de Gredos- y la comarca de La Vera -con el río Tiétar como eje y las cumbres de Gredos como telón de fondo-. Hay un matiz geológico: el granito que predomina en el Ambroz, el Jerte y La Vera, da paso a los serrijones pizarrosos de Las Hurdes y Gata. Aunque la vegetación básica es compartida por las diferentes comarcas, cabe hablar de una cierta especialización -natural o provocada-: pino en Las Hurdes, olivo en la sierra de Gata, castaño en el valle del Ambroz, cerezo en el valle del Jerte, roble en La Vera.