El emperador es presumido y rico: perfecto para unos timadores. Estos lo embaucan y se aprovechan de los defectos de sus súbditos, haciéndoles creer que las telas con que hacen el traje son mágicas. Versión teatral para los más pequeños.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información