No hay motivo para no regatear en un mercado, para dejar de probar el pollo a la pekinesa o para perder el barco que desciende por el Yantsé... esta guía para conversar resultará incluso más valiosa que una bicicleta en Beijing
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información