Resurgir es la voluntad de seguir luchando tras tocar fondo, el deseo de escapar de las profundidades, de su oscuridad; el triunfo a no resignarse y querer volver a la superficie para ver de nuevo la luz. Quien se sabe hundido tiene el deber de intentar mantenerse a flote, aun con escasas fuerzas. Meta alcanzada mediante pequeños logros cotidianos, sin heroicidades, con la paciencia
que a veces nos falta. Ningún objetivo que valga la pena es fácil en la vida. Quien resurge lo hace tras una prueba muy difícil, la más dura de su existencia.