Ana Luna ya no trabaja en Laboratorios Grau. Es hora de buscar un nuevo empleo y sacarse a Eric de la cabeza. Y del corazón. Pero ¿cómo se puede olvidar a alguien que se ha metido en lo más profundo de tu ser? Cuando por fin empieza a ver la luz y a recuperar el control de su vida, vuelve a aparecer Eric. ¿Aceptará Ana que su síndrome de Estocolmo nunca se irá?