He aqui la historia de la conjura que convirtió a Luís Pascual Estevill -ex cabrero, ex mendigo, ex friegaplatos y ex abogado de éxito - en uno de los personajes más poderosos del país durante cerca de cuatro años. Los protagonistas de la conjura son los miembros del Clan de los Mentirosos, una organización surgida de manera espontánea en la Barcelona de los ochenta y los noventa, formada por relevantes personalidades de la burguesía y del poder político catalanes. El nexo entre los distintos miembros del clan fue Juan Piqué Vidal, letrado de Josep Lluís Núñez y antiguo abogado de personalidades como Jordi Pujol o Javier de la Rosa. Este último fue la cabeza visible del clan y logró colocar a sus hombres en puestos clave del poder: en la política, en la administración tributaria, en el ámbito judicial...
Desde su puesto de juez de instrucción, Estevill fue cometiendo los delitos que interesaban al clan: la extorsión y el chantaje a miembros de la burguesía empresarial catalana, de la banca española y de las altas instituciones del Estado. El oscuro juez- apodado el Lobo por gran parte de los empresarios catalanes - llegó a establecer una estrecha relación con el consejero de Economía de la Generalitat, Macià Alavedra. Finalmente, antes de su definiiva caída, Estevill logró ser recomendado para ocupar un sillón en el Consejo General del Poder Judicial por Convergència i Unió.
Condenado actualmente por delito fiscal, Pascual Estevill está pendiente del Gran Juicio (por delitos continuados de prevaricación, extorsión y soborno), que probablemente se celebrará en octubre de 2002. Un juicio en el que se sentarán en el banquillo de los acusados algunos de los más significativos miembros del clan que desfilan por este libro.
Estevill y el Clan de los Mentirosos es la apasionante historia del esplendor y posterior miseria de uno de los personajes más siniestros de la política y la judicatura de finales del siglo xx, un verdadero Fouché - el taimado ministro de Policía de Robespierre y de Napoleón -de nuestro tiempo que surgió de la nada para ingresar en las tinieblas de la corrupción.
