Las situaciones de abuso y violencia entre escolares constituyen una forma de interacción frecuente y generalizada en todos los centros educativos. Sin embargo, este problema, conocido como fenómeno bullying, sólo llega al conocimiento de los adultos, en la mayoría de los casos, cuando las conductas de agresión y de victimización están muy arraigadas, su repercusión es dramática y las posibilidades de reconducción son escasas.
Ante esta circunstancia, el profesorado y las familias demandan información precisa y pautas para controlar estas situaciones. Ello ha suscitado la necesidad de plantear la cuestión en términos operativos y analíticos, diseñar instrumentos para su detección temprana y elaborar propuestas de intervención eficaces.
La obra muestra cómo las teorías de la agresividad infantil, y especialmente las situaciones de maltrato entre iguales, están influidas por un conjunto de factores entre los que destaca claramente la estructura socioeducativa del grupo, y analiza estos supuestos para establecer el tratamiento en su aplicación a la práctica educativa. Al mismo tiempo, en el libro se plantean y responden cuestiones directas sobre las relaciones interpersonales entre los alumnos y entre profesor-alumno y cómo detectar y evaluar las situaciones de agresión y victimización y, especialmente, cómo afrontarlas.
Esta obra invita a la reflexión a todos aquellos a quienes preocupa la violencia como un valor en sí misma y a buscar respuestas ante la necesidad de establecer pautas de interrelación personal constructiva.
