Hace mucho tiempo, un viejecito muy espabilado que se llamaba Gepetto fue a pedirle al Maestro Cereza un trozo de madera para hacerse una marioneta. De vuelta a su taller, decició que la llamaría Pinocho.
Aquest lloc web utilitza cookies, tant pròpies com de tercers, per millorar la vostra experiència de navegació. Si continueu navegant, considerem que accepteu el seu ús.Més informació